Isaac Pályi, Carlos2019-08-142020-05-072019-08-142020-05-072019-04-26https://hdl.handle.net/20.500.12536/126La educación superior ha mejorado su equidad desde el año 90 a la lecha. La cobertura en el primer quintil subió de 4% a 32%, y la matrícula aumentó de 250 mil a 1.200.000. Notable avance, especialmente gracias al esfuerzo de las universidades privadas. Pero no es suficiente. La inequidad todavía es preocupante y esto se ve reflejado especialmente en el escaso acceso a educación superior que tienen los egresados de los establecimientos municipales y en la falta de apoyo a los estudiantes que provienen del mundo laboral, quienes buscan su primera oportunidad en la educación superior. Solo 30% de los inscritos en la PSU, provenientes de establecimientos municipales, son seleccionados por el sistema único de acceso a las universidades, en contraste con el 45% de los particulares subvencionados o el 80% de los particulares pagados. Esta es la real situación de inequidad del sistema universitario chileno, y hoy no existe ningún proyecto e iniciativa que promueva resolver esta realidad. La discusión por ahora es que hay 27 mil alumnos que pierden la gratuidad por atrasarse en sus carreras y el CRUCH estima una pérdida de $26 mil millones por este concepto. Esto representa menos de 2% del aporte fiscal que reciben anualmente.esEducación superiorInequidadEducación municipalLa verdadera razón de inequidad en el sistema universitarioColumna de opinión